jueves, 25 de abril de 2013

Desafío a la gravedad.


Estos días pasados me llamó la atención un juguete aparentemente normal. ¿Por qué? Porque cada vez que lo veía en funcionamiento no podía por menos que cogerlo para observarlo. Despertaba mi curiosidad y me surgían constantemente preguntas sobre su funcionamiento.
Según Rabindranath Tagore “hacer preguntas es prueba de que se piensa”, efectivamente estaba pensando, pero ¿pensaba en la dirección correcta? ¿No sería mejor tener respuestas? Llegado a este punto, me encontré con una frase de Claude Lévi Strauss que dice así: “El sabio no es el hombre que proporciona las respuestas verdaderas, es el que formula las preguntas verdaderas”.
No sé si las mías eran preguntas verdaderas, por supuesto tampoco soy sabia, pero si tengo claro que no quiero ser una ignorante, así que por algún lugar tendré que empezar.
Os presento al juguete en funcionamiento:
 




Influida por el tema que estamos viendo en clase, me pregunté:
¿Se puede decir que se ha producido una traslación del coche?
Suponiendo que es así, ¿cuál sería el vector de traslación?

 
¿Y el módulo del vector?
¿Qué espacio en centímetros ha recorrido el coche?
 
 
¿Qué velocidad media llevaba?
 
Y a ti ¿te sugiere alguna pregunta?


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